sábado, 20 de noviembre de 2010

Basura submarina


Las playas urbanas de Barcelona son su objetivo. Cerca de dos millones y medio de personas al año disfrutan de ellas. Cuando acaba el verano, su rastro desaparece de la superficie pero sigue presente bajo el agua. Los objetos que aparecen son variados y, algunos incomprensibles.
Cuesta entender qué lleva a alguien a arrojar un carrito de supermercado al mar. No es lo único. Reporteros ha acompañado a estos buzos y, en una inmersión de apenas una hora, ha aparecido todo tipo de basura submarina: zapatillas, bolsos, gafas, extintores, compresas, botellas… y, mucho hilo de pescar. Materiales que contaminan seriamente y tardan años, incluso siglos en degradarse. Además, se introducen entre las rocas y ocupan el hueco destinado de forma natural a los crustáceos. La vida de los peces también peligra. Podrían comer plástico o quedarse enredados con el hilo de nylon usado por los pescadores.
Es el tercer año que llevan a cabo esta iniciativa. Apoyados por el club de buceo Vanas Dive, submarinistas de Guardia Urbana y Cruz Roja concentran sus esfuerzos en los espigones. Las zonas que acumulan más residuos. Israel Bastida, coordina el proyecto e ideó la iniciativa recuerda que el 70% de los desperdicios que viven en el mar proceden del incivismo y alerta de su peligro. Sólo el año pasado se recogieron 800 kilos de basura en tan sólo cinco días.
Un reportaje de Carlos Roldán y Berni Vila. Informativos Telecinco.

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